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Crítica: Local Natives - But I'll Wait For You

But I'll Wait For You, el nuevo álbum de Local Natives ha terminado por ser un chasco. Continuista y predecible, no termina de romper.

Íñigo Arista
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22 de abril de 2024
Local Natives But I’ll Wait For You
22 de abril de 2024
Local Natives
But I'll Wait For You
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Pocas bandas han logrado mantenerse relevantes con el pasar de los años como lo ha hecho Local Natives. Sin embargo, su más reciente álbum, But I'll Wait For You, emerge como un espejo que refleja tanto destellos de brillantez como sombras de una creatividad estancada. Esta producción nos invita a un viaje melódico que, aunque emana de una era dorada del indie, parece no haber encontrado completamente su lugar en la vanguardia musical de hoy.

Desde la primera pista, "Alpharetta", el álbum establece un tono suave y contemplativo. La canción es una oda a la efímera belleza de los momentos pasajeros, vestida con guitarras folk y armonías etéreas que sugieren un potencial apenas rozado. Esta introducción, aunque cautivadora, también plantea una promesa de evolución que el resto del álbum lucha por cumplir completamente.

La producción de Shawn Everett es impecable, puliendo cada acorde y armonía hasta alcanzar un brillo casi cristalino. No obstante, esta misma perfección se convierte en una espada de doble filo, ya que la constante pulcritud termina por restarle vitalidad a pistas que podrían beneficiarse de un toque más crudo y visceral. La innovación y la experimentación se sienten contenidas, y canciones como "Throw It In The Fire" y "Neon Memory" transitan sin provocar el impacto esperado, sumergidas en una repetitividad que desluce sus momentos más inspirados.

Donde el álbum realmente brilla es en su uso de armonías vocales, que son, sin lugar a dudas, algunas de las más impresionantes del año. "As Soon As You Arrive" se destaca como un punto luminoso, con percusiones juguetonas y melodías que brillan con la promesa de la primavera. Aquí, la banda logra un equilibrio casi mágico entre suavidad y alegría audaz, ofreciendo una refrescante brisa de originalidad.

"Ending Credits" utiliza metáforas cinematográficas para tejer una posible clásica canción de amor indie. Aunque la idea central es potente, la instrumentación no logra elevar la narrativa al nivel de dramatismo que requeriría para hacer justicia a su lírica ambiciosa, resultando en una pieza que, aunque hermosa, se siente un tanto subdesarrollada.

Sin embargo, temas como "Camera Shy" y "April" muestran la dualidad del álbum: por un lado, presentan una intriga musical con armonías evocadoras y, por otro, luchan por mantener esa chispa a lo largo de todo el trayecto. "April", en particular, ofrece un momento de claridad con guitarras distorsionadas que cortan a través de la neblina de la complacencia, sugiriendo lo que podría haber sido si el álbum se hubiese permitido desviarse más de su fórmula segura.

El tema homónimo, "But I'll Wait For You", encapsula la esencia del álbum: es agradable y técnicamente competente, pero no alcanza a satisfacer completamente ni a provocar una reflexión duradera. Se siente como un eco de los grandes éxitos de la banda, una reverencia a su propio legado sin la audacia necesaria para forjar un nuevo camino.

But I'll Wait For You se posiciona entonces como un testimonio de lo que una vez fue y lo que aún podría ser. A través de sus armonías vocales encantadoras y momentos de clara belleza instrumental, Local Natives nos recuerdan su habilidad para tejer tapices sonoros que capturan la esencia del indie. Pero al mismo tiempo, el álbum acaba funcionando como un reflejo tardío de una era pasada, una serie de notas melancólicas en un contexto que exige renovación y atrevimiento.

En resumen, este trabajo discográfico, aunque lleno de momentos técnicamente admirables y destellos de una belleza casi cinematográfica, en última instancia nos deja esperando algo más: una chispa de innovación que reavive el fuego de la pasión musical en una industria que no cesa de evolucionar.