Dark Matter, el último álbum de Pearl Jam, es un álbum sólido que no pasará a la historia, pero que deja buenos momentos.
Pearl Jam, mítica banda con más de tres décadas de trayectoria, nos presenta su duodécimo álbum, Dark Matter. Este trabajo llega en un momento en que el grupo podría fácilmente descansar en los laureles de su versátil discografía, que abarca desde el grunge hasta baladas hímnicas, pop y punk. Sin embargo, Dark Matter muestra a la banda aún vital, cargada de furia y pasión, aunque con una ejecución que no siempre alcanza la potencia de sus días de gloria.
No os engañemos, no siempre es sencillo encontrar la inspiración, sobre todo cuando la banda lleva toda una vida sobre los escenarios, y cuando la industria exige a sus peones estar en continuo movimiento. Se hizo en España famosa la estafa de la rueda y, en realidad, todo el mundillo musical es un poco así. Tienes que estar ahí siempre, en el candelero, presentando nuevo material cueste lo que cueste, alineándote con aquello que suena bien y con las últimas tendencias ideológicas.
Tras este speech, es justo reconocer que a Pearl Jam se le da bien y que están encantados de conocerse. Con Dark Matter han logrado además añadir nuevos buenos momentos a su ya larga discografía gracias a una mezcla de energía cruda y momentos de introspección musical, donde los sonidos más duros coexisten con exploraciones instrumentales más sosegadas. Canciones como "Scared of Fear" y "Running" destilan ese vigor característico de Pearl Jam, con guitarras poderosas y la voz inconfundible de Eddie Vedder, que sigue imprimiendo una huella vocal tan emocional como siempre. Sin embargo, estos temas, aunque atractivos, a menudo carecen de la profundidad o la novedad que podrían hacer de este álbum un hito en su carrera.
Andrew Watt, conocido por revitalizar a veteranos de la música y su trabajo reciente con Vedder en su álbum solista Earthling, se une como productor. Su influencia es notable en la forma en que maneja la alquimia sonora del grupo, equilibrando el poderío del rock con elementos más modernos. Esto se evidencia en temas como "Waiting for Stevie", que logra capturar la esencia anfémica de los mejores tiempos de Pearl Jam, con una ejecución que evoca momentos emblemáticos de su repertorio.
No obstante, el álbum también presenta deslices en su cohesión y en la elección de temas. Por ejemplo, "Something Special", dedicada a las hijas de Vedder, aunque cargada de sinceridad, puede percibirse como un tanto cursi. Igualmente, pistas como "Won't Tell" y "Wreckage" experimentan con un drama lírico que no termina de resonar, mostrando una calidad que aunque competente, no emociona como antaño.
Dark Matter también refleja el compromiso continuo de la banda con cuestiones sociales y políticas, un rasgo distintivo de su identidad. Las letras abordan desde desigualdades de género y raciales hasta el cambio climático y la violencia policial, temas que han sido constantes en su música y que reflejan su relevancia en un mundo que sigue enfrentando grandes desafíos. Este álbum, por tanto, no solo busca entretener, sino también provocar reflexión sobre los problemas actuales, eso sí, desde una perspectiva muy propia de las élites demócratas y alejada del día a día de la calle.
Aunque Dark Matter podría no marcar un hito en la discografía de Pearl Jam debido a su inconsistencia y a momentos de ejecución que no logran capturar completamente la magia de sus años dorados, ofrece suficientes destellos de lo que ha hecho a la banda tan influyente a lo largo de los años. Canciones como la pista titular y "Waiting for Stevie" son recordatorios de su capacidad para conmover y movilizar a su audiencia.
Mientras que Dark Matter exhibe el vigor inquebrantable de Pearl Jam y su habilidad para fusionar el rock potente con mensajes profundos, su impacto se ve algo mermado por altibajos en la producción y una cierta falta de creatividad. Aunque el álbum tiene momentos brillantes, estos están, por momentos, ensombrecidos por otros menos inspirados. Así, el trabajo representa tanto la capaz de resistencia de la banda como las dificultades de mantener una relevancia musical impecable en el largo recorrido de su carrera. Con todo y con ello, para los seguidores leales y los oyentes casuales, aún hay suficiente materia oscura en este álbum para explorar y apreciar.
