Our Brand Could Be Yr Life el esperado nuevo álbum de Bodega ha visto la luz dejando grandes canciones aunque también claroscuros.
Bodega se ha consolidado como una banda que no teme revisitar y transformar su propia historia musical. Su tercer álbum, Our Brand Could Be Yr Life, es la prueba de esta capacidad de reinvención, integrando tanto temas recién compuestos como revisiones audaces de material previo. Este último trabajo no solo refleja una evolución en la calidad de producción, sino que también destaca por una madurez lírica que se debate entre la crítica mordaz y la celebración nostálgica de su propio legado sonoro.
El disco arranca con "Dedicated to the Dedicated", un tema que sirve para marcar el tono inicial del álbum, un tono enérgico y prometedor con estribillos que invitan al canto colectivo y una energía que parece señalar un nuevo capítulo para el grupo. A lo largo del álbum, Bodega navega por una variedad de estilos, desde el punk hasta el power pop, cada uno infundido con su característico enfoque crítico hacia el consumismo y la cultura corporativa. Canciones como "G.N.D. Deity" y "Bodega Bait" destacan por incorporar elementos de funk metálico y rock impulsivo, respectivamente, mostrando la versatilidad de la banda para adaptar su sonido a diferentes moldes sin perder su esencia crítica.
Uno de los puntos más altos del álbum es "Tarkovski", que no solo sirve como un homenaje a la influencia del cineasta en la banda, sino que también se erige como un himno de guitarra cargado de nostalgia por el sonido de Pavement de los primeros días. Este tema demuestra cómo Bodega puede capturar la esencia del rock indie de décadas pasadas mientras lo actualiza con una ejecución impecable y un entusiasmo contagioso.
Sin embargo, el álbum no está exento de debilidades. A pesar de los momentos brillantes, hay segmentos en los que la cohesión del disco se siente comprometida por la ambición de abarcar demasiados estilos y temáticas. Algunas pistas como "ATM" y partes de la trilogía "Cultural Consumer" parecen no alcanzar la profundidad emocional o la complejidad lírica que las caracterizaciones de la banda prometen. Estos temas, aunque competentes, no aportan una nueva perspectiva al saturado diálogo sobre la juventud y el consumismo, lo que puede dejar al oyente deseando una exploración más profunda o innovadora de estos temas críticos.
A pesar de estas inconsistencias, la producción del álbum es notable, mostrando una clara evolución desde sus primeras grabaciones en GarageBand hasta las configuraciones más sofisticadas de estudio que emplean ahora. Esta mejora en la calidad del sonido ayuda a que incluso las pistas menos impactantes tengan un lugar dentro del conjunto del álbum.
El balance entre lo nuevo y lo antiguo es un leitmotiv en Our Brand Could Be Yr Life, reflejando la dualidad de mirar hacia atrás para avanzar. Este enfoque se manifiesta tanto en la reimaginación de su propio material antiguo como en la integración de nuevas canciones que exploran temáticas contemporáneas, haciendo del álbum una cápsula del tiempo que captura tanto la nostalgia como la crítica del momento actual.
Cuando uno termina de escuchar Our Brand Could Be Yr Life de Bodega, queda un poso de grandes momentos de brillantez musical y una notable habilidad para la reinterpretación creativa de su pasado sonoro. No obstante, el álbum como un todo no logra sostener un impacto constante a lo largo de su duración. Al final, mirar al pasado y rehacer temas tiene como consecuencia que Our Brand Could Be Yr Life parezca un trabajo en transición, prometedor pero irregular, que aún así logra capturar el espíritu inquisitivo y experimental que define a la banda. Con todo, Bodega sigue siendo una voz relevante en el rock indie, capaz de provocar tanto reflexión como deleite musical, aunque este último trabajo no alcance completamente las altas expectativas que su trayectoria anterior hacía pensar.