TOY es una de mis bandas fetiche, uno de esos grupos sobre los que he escrito en multitud de ocasiones y que me han acompañado en muchos momentos de mi vida. No sé si en el algún wrap habrá salido como banda más escuchada, pero si sé que año tras año han estado ahí.
La pandemia provocada por el virus de la COVID-19 se llevó mucho por delante: vidas, sueños, pesadillas, ilusiones, trabajos, ahorros, salud... y también acabó con TOY. ¿Tenemos derecho los fans a enfadarnos cuando a unos notas les da por bajar la persiana sin decir nada? ¿Entra este comportamiento dentro de la categoría de ghosting? Me atrevo a afirmar que sí y sí, no obstante todo esto no es más que una pataleta.
Veo en Spotify que TOY todavía tiene unos 17.000 oyentes mensuales, una cantidad nada desdeñable si tenemos en cuenta que su último trabajo data de 2019 (el notable Happy in the Hollow) y que desde hace ya unos años no hay noticia de ellos. Esos 17.000 oyentes seguramente disfruten de canciones como "Motoring" o "Colours Running Out" de su primer álbum, de "It's Been So Long" de su algo indigesto Join the Dots, de "Another Dimension" o "I'm Still Believing" del genial Clear Shot, o "Sequence One" y "You Make Me Forget Myself" de Happy in the Hollow.
Como verás, te he hecho un repaso de los pequeños éxitos de esta no tan pequeña banda. TOY, liderada por un escurridizo Tom Dougall tiene su precedente en Joe Lean & the Jing Jang Jong, una banda que murió al poco de nacer y que está considerada de culto. De aquellos lodos surgió TOY, que en 2011 ya estaba publicando su primer single ("I Left Myself Behind") con Heavenly Records. Tras ello llegó un espectacular debut con ecos de The Horrors, al que le siguió una continuación mucho más electrónica y de carácter alemán, la cual se vio superada por un álbum de hipnótica psicodelia pop británica, tras la que emergió con potencia un álbum que sintetizó a sus hermanos mayores.
Shoegaze, krautrock y psicodelia se daban la mano en canciones que te asomaban al abismo y que se relacionaban entre sí gracias a un magnetismo hipnótico. Más allá de descripciones rimbombantes, las canciones de TOY a veces conseguían sonar como colores, colores que no terminabas de distinguir con nitidez por culpa de una espesa bruma. No puedo no ser rimbombante con uno de mis grupos favoritos.
En ellos perdura el eco de una música de otro tiempo traída al hoy. Antes ya he hecho un recorrido por sus temas más conocidos, así que ahora quiero pararme en piezas menos conocidas pero con un toque muy especial. Existen reflejos en la obra de TOY de algo que tienen pocos músicos y que yo identifico claramente con la obra de Syd Barrett. Son canciones bonitas que de algún modo proyectan oscuras sombras. Cuando escucho "Omni", "Clouds That Cover the Sun" o "Charlie's House".
"Omni", por ejemplo, es lo que yo creo que debió haber sido "Snowing" de los primeros Pink Floyd (con Syd a la cabeza). Una canción tan breve y sencilla como la vista de un paraje nevado. "Clouds That Cover the Sun", por su parte, es un sueño, un anhelo que no deja de ser una pesadilla. En esta ocasión, reconozco que nunca hizo Syd Barrett una canción así, con este tono, pero esa sucesión de acordes tan bonita unida al pesimismo lírico, me conducen irremediablemente hacia él. Por último, "Charlie's House" es un instrumental primaveral que llora a través del uso del slide en la guitarra. Esta técnica sí que la usó Syd Barrett y por ello me recuerda a él. La imaginaria conversación entre la guitarra, que parece suplicar, y el slide, que parece contestarle de forma negativa, es sencillamente mágica.
Lo anterior es producto del trabajo de TOY en el estudio, porque en directo, la banda londinense era otra cosa. Fieles a su sonido y con una actitud un tanto rebelde, solían limitarse a subirse al escenario, tocar tan bien como sabían, y pasar del público. En su defensa es preciso anotar que su música conduce a la introspección y no a la jarana, sin embargo, con un poco más de actitud (¿o quizás menos?) hubieran dado recitales memorables.
No deja que ser irónico que su último trabajo se titule Happy in the Hollow, ¿en qué agujero estarán ahora estos chicos? Viendo que la última canción de su último disco se titula "Move Through the Dark", no cabe más que concluir que en uno muy oscuro del que probablemente nunca volverán.
Sirva esta humilde pieza como recuerdo a una banda que ya no está. Si se cruzan con Tom Dougall díganle que vuelva y que su cuñado es uno de mis músicos favoritos. Gracias por todo, TOY, nos vemos en los discos.