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Crítica: Cindy Lee - Diamond Jubilee

Diamond Jubilee es un álbum largo y complejo que, no obstante, atesora entre su larga lista de canciones momentos que vale la pena rescatar.

Inés Aragón
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9 de julio de 2024
Cindy Lee Diamond Jubilee
Cindy Lee
Diamond Jubilee
9 de julio de 2024
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En Diamond Jubilee, Cindy Lee, el alter ego de Patrick Flegel, entrega un álbum que evoca una experiencia auditiva nostálgica y evocadora, aunque no exenta de críticas. Este proyecto de dos horas y 32 canciones refleja una compleja amalgama de influencias musicales y estilísticas que abarcan varias décadas, desde el pop de los sesenta hasta el rock psicodélico y el synth-pop de los ochenta.

La trayectoria musical de Flegel es interesante y variada. Como ex líder de la banda canadiense de post-punk Women, Flegel ya era conocido por su capacidad para tejer melodías dulces con ritmos asimétricos y líneas de guitarra espinosas. Con Cindy Lee, sin embargo, ha adoptado un enfoque más experimental y personal, mezclando la estética del pop clásico con elementos de noise y lo-fi. Este álbum no es una excepción; es un viaje auditivo que se siente como una transmisión borrosa desde un mundo alterno de rock'n'roll.

La producción de Diamond Jubilee es deliberadamente lo-fi, un homenaje a las grabaciones de baja fidelidad de décadas pasadas. Sin embargo, este enfoque, aunque encantador y auténtico, puede resultar fatigoso para algunos oyentes. La calidad de sonido cruda y a menudo desordenada puede parecer una barrera para quienes prefieren un acabado más pulido y profesional.

La naturaleza casera de la producción es evidente desde la primera pista, "Diamond Jubilee". Con guitarras psicodélicas y una sección de metales que parecen voces humanas amortiguadas, la canción establece el tono de lo que vendrá: una mezcla hipnótica de nostalgia y experimentación. No obstante, la duración de la pista y la falta de una estructura clara pueden hacer que algunos oyentes se sientan desorientados.

Uno de los puntos más débiles del álbum es su falta de coherencia y su estructura fragmentada. A lo largo de sus 32 canciones, Diamond Jubilee lucha por mantener una narrativa cohesiva. Canciones como "Olive Drab" y "Glitz" destacan por sus melodías pegajosas y ritmos disco, pero a menudo se sienten perdidas en el mar de experimentación que caracteriza al álbum.

El segundo disco, en particular, suena mucho más inconsistente. Canciones como "Stone Faces" y "To Heal This Wounded Heart" ofrecen momentos de brillo, pero son pocas y dispersas en comparación con la duración total del álbum. La sensación general es que Diamond Jubilee podría haberse beneficiado de una edición más rigurosa, eliminando el relleno y enfocándose en las pistas más fuertes.

Temáticamente, Diamond Jubilee es un álbum inundado por la melancolía. La mayoría de las canciones exploran el amor perdido y la nostalgia, con letras que a menudo suenan como fragmentos de recuerdos difusos. En "Kingdom Come", por ejemplo, Flegel canta con un falsete sobre melodías de ayer y la llamada de un amor perdido, encapsulando la esencia del álbum.

Sin embargo, esta persistente melancolía también puede jugar en detrimento del álbum. La falta de variación emocional a lo largo del álbum hace que la experiencia sea monótona, y la constante referencia a tiempos pasados puede sentirse repetitiva.

Diamond Jubilee es, en todo caso, un álbum complejo y que hará nacer ríos de tinta. Para los aficionados a la música experimental y lo-fi, ofrece un viaje fascinante a través de un paisaje sonoro lleno de sorpresas y nostalgia. Sin embargo, para otros, la falta de estructura coherente, la producción cruda y la duración excesiva acaban resultando tristemente abrumadoras.

A pesar de sus debilidades, Diamond Jubilee demuestra el talento de Flegel como compositor y su compromiso con una visión artística única. En definitiva, el disco demuestra la capacidad del artista su capacidad para crear música que desafía las convenciones y ofrece una experiencia auditiva profundamente personal. Juegan en su contra la falta de enfoque y la naturaleza fragmentada del álbum, que impiden que alcance su máximo potencial, aunque todo sea dicho, parece deliberado.

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