Crítica: Khalid - Sincere

Cinco años después de su último trabajo en solitario, Khalid regresa con su tercer álbum de estudio, Sincere. En él, el nativo de Texas aborda su evolución sonora y lírica, y toca temas como el amor, la pérdida y el autodescubrimiento. A los 26 años, busca aportar nuevas dimensiones a su música y afirmar su lugar en la jerarquía del R&B moderno.

Sincere es un álbum de altibajos. Comienza con fuerza, destacando compases como “Adore U”, una canción de apertura optimista que proporciona la base perfecta para la sincera escritura de canciones de Khalid. En pistas como “Everything We See”, “Altitude” y “It’s All Good”, el músico asume un tono incluso más positivo. Sin embargo, la producción de ciertas cancionesmás adelante en el álbum suenan un tanto irregular y repetitivas. “Dose” y “Ground”, por ejemplo, suenan increíblemente parecidas y nunca realmente despegan, incluso si los temas de la adicción y la lucha por buscar la estabilidad son intrigantes. Afortunadamente, Khalid se asegura de abordar tanto los lados del amor, explorando las relaciones turbulentas en cortes como “Broken” y “Please Don’t Fall In Love With Me”. Uno de los puntos fuertes de Sincere es la capacidad de Khalid para crear atmósferas íntimas y envolventes. Con una producción en su mayoría minimalista, él deja que su voz y sus letras se destaquen. Canciones como “Breathe”, hablando abiertamente sobre depresión y ansiedad con Arlo Parks, y la devastadora “Tainted” muestran un lado más maduro e introspectivo de Khalid también.

Sincere es, en definitiva, el álbum en el que el artista texano se abre en canal y nos invita a un viaje por sus emociones más profundas. No solo la euforia del enamoramiento, sino también la oscuridad de la soledad, la duda y el miedo a lo desconocido que todos hemos experimentado. Una sinceridad aún más valiente es la que, aunque no se manifieste adecuadamente a través de su ejecución, logrará conectar con el oyente de una manera muy personal.

A pesar de todo, Sincere no es perfecto. La segunda mitad del álbum despega algo, y faltaría un poco más de variedad en la producción. Temas como "Who’s There to Pick Me Up" y "Long Way Home" no estropean el conjunto pero, en última instancia, no alcanzan el listón alcanzado por el resto de cortes de Sincere. Otro aspecto que se echa de menos por su ausencia es una mayor cantidad de colaboraciones. Más allá del primero que abre el álbum, Khalid no invita a nadie más a su fiesta este año y, aunque eso es respetable, hace que la obra final acabe resultando monótona. El proceso creativo de Khalid demuestra en canciones como "Talk" o "Better" que es un artista más que preparado para hacer colaboraciones, siendo que haber invitado a más músicos hubiese elevado el nivel del conjunto.

Sincere no es una obra maestra, pero se ha convertido en el siguiente paso en la evolución de Khalid. Y, con un poco más de audacia en el sonido y un poco más de solidez, ese futuro bien podría ser un conjunto de discos genuinamente inolvidable. Sincere es un viaje de claroscuros, quizás no siempre brille con la misma intensidad, pero aún resplandece lo suficiente como para recordarnos que Khalid tiene mucho que decir y mucho que ofrecer.

Ser vulnerable, revelar sus heridas y compartir sus temores y esperanzas con el mundo no es fácil. Por eso, este álbum tiene un suelo que termina siendo valioso y que será apreciado con el tiempo. Si necesitas un álbum para acompañar un momento serio, para bailar o para cantar en voz alta, o simplemente para sumergirte en melodías envolventes y letras directas, Sincere es una excelente opción. Khalid todavía no ha sacado a la luz todo lo que puede y debe hacer, pero esto es solo el comienzo.